En tiempos antiguos, cuando los cielos gobernaban el mundo, un gigante se atrevió a rebelarse contra el orden divino. Esta poderosa criatura, que soñaba con la libertad para todos los seres vivos, se enfrentó a la ira de las fuerzas celestiales. Decidieron castigarlo, declararlo un demonio, y finalmente fue derrotado en una feroz batalla. Sin embargo, el corazón inmortal del gigante, lleno de odio hacia los cielos, continuó viviendo.